De la Pared a la Demolición.
El daño está hecho y no hay disculpas, arrepentimientos, vueltas de hoja ni forma alguna de limpiar las manchas. Miro hacia la pared , tan inamovible y silenciosa; tan distraída, tan uniforme. Veo en ella una manera de explicar los eventos que anteceden a una catástrofe, como si contándole una historia a lo inamovible , ésta dejara de parecer real o empezara a diluirse en la memoria selectiva del cúmulo de responsabilidades que no puedo aceptar. Estoy huyendo, le digo. Cansándome del mundo y buscando una salida precipitada para un problema de soluciones evidentes. Parezco una metáfora de comparaciones absurdas, una locura sostenida que deja de asombrar y que cae, un poco por un tropiezo involuntario, otro poco por la falta de razones para mantenerse en pie. La pared, hecha de concreto y cubierta de papel gastado de flores verdes y rosas, me observa. Se agrieta sin escándalos ni monólogos dramáticos. Se burla de la escena casi grotesca que protagonizo y como la últim...