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Posiblemente

Posiblemente sea sólo el eco de una noche que no llega, Un difuso Armagedón a media vela, una conclusión ciega. Como el amor no correspondido que se guarda con vergüenza en el cajón, O algún recuerdo que se envalentona al escuchar una canción.   Posiblemente sea otra posibilidad perdida, alguna nostálgica retrospectiva, Buscando en la desesperanza la última acción defensiva. Incluso una incomodidad latente, que crece lentamente, O una pesadilla recurrente que flanqueo cada noche en un sueño consciente.   Posiblemente son los años y su desproporcionada tempestad, Puede ser la resaca del despropósito y las vulgares odas a la libertad. O el recuento de los excesos en el pedestal. Y el abismo infinito, que seduce incautos a su desenlace fatal.   Posiblemente es el eterno retorno y su demoledora existencia, Una suerte de daño acostumbrado a los recuerdos de resistencia, Una deriva de obsesión que se enquista en un rencor cobarde. O la autofl...

Tormenta

 La tormenta se acerca. Y yo la espero. Pacientemente. Casi, ansiosamente.   Tiene mis mismas ganas de destrozarlo todo. De arrancar los árboles. De romper los cimientos de las circunstancias.   La espero con cerveza. Atormentado. Atontado.   Con ganas de llorar. Conteniendo las lágrimas que la alimentan. Sosteniendo palabras en el filo de los labios, para susurrarle al oído.   Que todo está bien. Que puede llevarme   Llevarnos.   Que la vida pasa. “Como pasan las cosas que no tienen mucho sentido”. Como pasan los plagios. Como pasan los días.   Repetitivos, constantes. Infinitos y pacientes.   La espero con dos preguntas. Divina tormenta. ¿Qué prosa tiene la inmortalidad? ¿Dónde la guardas con tanto recelo?

Absoluto

El absoluto parece pequeño, al mirarlo con los ojos tristes. Rodeado de migajas eternas de locura, manchado de intenciones sin profundidad. El absoluto se rompe a pedazos, con el retumbar de los pasos agigantados del silencio, Molesto, rehúye de las explicaciones que pueda darle cualquier mortal.   El absoluto incomprendido también está triste. Lo sé, porque al intentar abrazarlo, comprendí su inmensidad. El absoluto es esquivo, pero no puede esconderse de los cortos brazos de la humanidad; Resignado, aguarda. Sabe bien, que el oleaje del tiempo no perdona la fragilidad.   El absoluto es una incomprensión, arrollándome con sevicia;   Bestia herida, cazador cazado, inconmensurable deseo que se filtra en obsesión. El absoluto no sabe morir, pero se rehúsa a otorgarme la vida eterna. Burlón bufón del destino, cansado ya de la traición.   El absoluto soy yo, cuando niego todo lo que soy. Cuando sólo hay ecos en un espacio vacío y sobran pr...

Edificio

Soy el colapso de una estructura hecha con materiales imperfectos, con paredes huecas y soportes defectuosos.  Un edificio roído por el moho, con las puertas rotas o trancadas, pero siempre inútiles.  Soy el abandono gris del hormigón que se romantiza con grafitis, que atrapa fantasmas repletos de nostalgia, que busca en los ecos de la muchedumbre que se ha ido un rostro familiar.  Soy la sed que secuestra mendigos en busca de nuevas tristezas, queriendo ocupar espacios vacíos con tragedias frescas.  Un derrumbe pausado en el tiempo, a la espera del aviso definitivo de desalojo, incapaz de colapsar por sus propios medios y condenado a ocupar un espacio inútil.  Soy mis propias grietas haciendo caminos erráticos en las paredes cansadas, buscando oxígeno entre el yeso que se desprende, como células muertas, de una piel maltrecha.  Y soy el polvo acumulado en las esquinas, los insectos, las arañas, las ratas, los convictos, los drogadictos, los abandonados, lo...

Dejar Ir

Se ha desvanecido de repente, me dice. Se ha desvanecido para siempre. Se desvaneció en la noche mientras dormía, cuando soñaba. Buscando en la luna su reflejo, mientras lloraba. Se ha desvanecido, llevándose consigo los últimos trozos de eternidad. Se fue por tú culpa, me dice. Por tu maldita culpa sin resolver. Se fue porque nos faltó valentía para retenerla, Habilidad, para en frases cortas mantenerla. Energía, para obligarla a creer. Se fue porque no pude contenerla, le respondo. Porque no pude sentirla, ni transformarla, ni describirla, ni liberarla. Ni amarla, ni odiarla, ni crearla. Porque no puedo aprisionarla sin matarla, y ella es una tempestad. Se fue porque estamos muertos en esta catástrofe, me dice. Resbalándonos en el barro, Pudriéndonos sin notarlo. Quedándonos solos en este acto de fe. Y prefiero la amarga sintonía de la noche, le digo. Que tenerla cerca para hacer un derroche, De unas cualidades que no me pertenecen, Que sólo en ella prevalecen, y que conmigo, corren ...

Matar a Tiempo

Quisiera recordarte como un rayo de luz en una sombra constante, quizá en una conversación interrumpida por el sonido distante, de un barco que huye con las esperanzas restantes de esta inacabada ficción.   Cautivarte, quizá rompiendo silencios al advertir el desastre, quizá amando algún defecto escondido en el estante, o evitando materializar un miedo olvidado en un rincón.   Quisiera escucharte, herirme despacio con tu voz cortante, quizá buscarte, como a un silbido que escapa al viento en un instante; Callarme, dejar que tus palabras sean nuestra revolución.   Convencerme de un ideal que derrote mi cobardía, Dejarme llevar por la intención que intuía, O por tu danza ilusoria, que anticipa la acción.   Pero esto es sólo una elaborada retrospectiva, de lo tarde que se ha hecho para una conversación definitiva; De lo egoísta que fui al soltar un monólogo sin salida, para ocultar el desastre que dejó tu explosión.   Me af...

Escarpado

Estoy al borde de un escarpado donde resuena el repetitivo cantar del infierno y yo tarareo al unísono de la voz principal. Allá atrás, hoy todo me parece inconexo y yo me encuentro lejos, muy lejos, a punto de saltar. Me siento envenenado de luces, hastiado de pantallas, aturdido de los ruidos infinitos que acompañan al mundo. Me siento extranjero de todo lo humano y al mismo tiempo demasiado humano. Estoy al borde de un escarpado que se convierte en un marco infinito de interpretaciones erróneas, que parece un gambito apresurado de silencios y un espacio sin contenido ni continente.   En él, encuentro que la tristeza es una metáfora del mundo filtrándose a través de la retina, un recordatorio inmutable de lo inconstante, una sombra del abrazo torpe de la rutina queriendo salvarme. Y me pregunto si el viento también se siente maltrecho de chocar en el vacío, si suplica en las madrugadas por certezas, si quisiera llenar con ruegos este escarpado en un intento absurdo por ...

Motivos.

Me sobran los motivos para mostrarte la salida, Para arrojarte en la espalda una diatriba; Y enviarte de vuelta con una merecida retahíla de fracasos. Para que no vuelvas. Pensar que puedo expulsarte es un imposible, lo sé. Pero sólo con imposibles puedo cerrar esta herida abierta, Evitar que me infecte y me arroje al suelo, Que me aplaste con el peso del mundo bajo la presión de tus pies. Eres una obsesión desmejorada que se materializa sin aviso, Que se aferra a los hilos sueltos de mi memoria magullada. Que no me suelta. Como una catedral, te conviertes en ícono vetusto y exagerado del pasado, Llenándome de solemnidad las noches, Atrapándome en un recuerdo engañoso de mediocridad. Y durante meses puedo creer que eres invisible. O que incluso has muerto al fin. Me sobran los motivos para dejarte enterrada, Para dejarte ir. Pero las obsesiones, como las tristezas, sujetan fuerte mi garganta, Se filtran como alquitrán entre los dedos; Cada tanto,...

Llegar en Ocaso.

Llegar en el ocaso es llegar sin que se haga tarde, pero lejos de llegar temprano. Son las luces tenues que recuerdan una brillantez pasada, es la madera ardiendo que va dejándose ganar del humo y que calienta lo suficiente y nada más. Es llegar al cierre, sin que nada cierre aún. Es ese espacio de tiempo suficiente para entrar fugazmente en la vida de todos y hacer un saludo corto sin profundizar. Es la premonitoria muerte junto a los preparativos de huida. Es el espacio justo entre el anuncio del héroe que claudica y el silencio que precede los aplausos de la despedida. Y llego en el ocaso, cuando el frio no es intenso ni el calor molesto. Cuando todos son ya viejos conocidos y cansados; cuando se vuelven renuentes a conocer más.  Llego entre la espera de los impacientes que expectantes observan la puerta de salida, entre los confiados que se acomodan en sus sillas porque saben que saldrán al final. Llego en la entrada tímida de la muerte, cuando ésta no se asienta aún. Cua...

Ejercicios Evidentes

En una pausada cadena de explosiones, Mi voz se reinventa con la onda explosiva. Siento que se desintegran nuestras intenciones, y se revela despacio todo aquello que no está.   En el entredicho más allá de lo evidente, me susurran las partículas de los pequeños cotidianos. Y escribiendo confesiones estériles, rechazo las redenciones, las pausas y las correcciones.     Aferrado a una historia sin evidencias, el sinsentido recurrente de repente se equivoca. Y busco en un abrazo suplicante y rígido, un subjuntivo que atenúe las diferencias; O un sueño que se parezca a su boca.   Intento alcanzar las estrellas que me miran desde lejos, enganchado bajo la lluvia a los trozos tristes de su reflejo. Mojando el cielo con promesas medio rotas, volando a ras del suelo, escondiéndome del sol.   Sonrío inquieto a las nubes que parecen ser mis sueños, delimitando el espacio indiferente que me aleja. Invisible en el camino que golpea la tormenta, despreocupado del destino qu...