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Mostrando entradas de julio, 2014

Recuerdos

Azota, devuelve, golpea, la infinita repetición de los errores bellos, de las culpas que sin miedo nos devoran, y los miedos que sin culpas nos atrapan. El susurro sucio de sus labios limpios, Que me acaban, ¿Será el amor siempre tan vulgar en el presente? ¿Tan divino en el pasado? El recuerdo embellece la piel y consume los gritos, Hace feliz lo que fue y triste lo que viene; Inminente derrumbe de nuestros cariños mundanos. Engaña, atrapa, destruye, Engulle momentos buenos y escupe, Escupe tristeza, escupe verdades, vomita sin vida hasta que no queda nadie.

Monólogo

Solo es un ruido anónimo detrás de la oreja Un susurro perdido que no quiero encontrar, Dos palabras infinitas que quisiera tirar por un barranco, Dos ojos como los suyos que no quiero mirar. Son ya tres días desde que decidí abandonarme, Quisiera clavarme el agua que me cae por la cara; Ahogarme en un recuerdo que se pierde en las esquinas. Antes veía en la oscuridad y en la luz del día, Pero mis ojos se esconden detrás de los párpados Para que no los hieran, para que no los toquen, Para olvidarse por fin de la silueta que se fue. Ya no quiero escuchar nada, sentir nada, ver nada; Y su ruido detestable me persigue y me atormenta, Ojalá pudiera amputarme el tiempo vivido, Ponerme una prótesis que no sepa recordar.

Incompletitud

¿Y qué pasa si ya no importa?, si después de tanto el interés no rige más los pasos, si la costumbre que precede un sinfín de actos tan banales como ridículos se pierde. ¿Qué pasa? Qué pasa si decaen las ganas y entre las sábanas ya no se encuentra abrigo, si de repente por un segundo es el vacío un buen amigo y la plenitud de las palabras que salían de esa boca ya no representan más que martirios repetitivos y oraciones muertas por un milagro que nunca pasó. ¿Y si me fui detrás de nadie?, ¿Por qué tuvieron que enseñarnos esa lógica devastadora de incompletitud desmesurada?, de naranjas a medias y virtudes banales.   ¿Por qué silenciaron el silencio mismo, la voz propia y la locura individual? ¿Acaso no fue suficiente desmembrar la poesía en vulgares remedios de amoríos semanales y prosas vagabundas para personajes de fin de semana? A dónde se llevaron los libros viejos, los olores aplastados por el tiempo, el tiempo mismo y su bella forma de matarnos a todos. ¿Qué pasó? No ab...

Su sonrisa. - Cuento corto.

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Luego me senté, ya sin fuerza en un asiento viejo que tambaleaba de un lado a otro como si no quis iera responder al peso muerto de mi cuerpo. Estaba exhausto y de la mano me prendía una tela blanca y percudida con un borde de rosas que amenazaba con deshilarse . Era de noche y estaba perdido, vacío, confundido por lo que había hecho, desnudo ante el mundo y ante esa sonrisa que me perseguía sin ninguna tregua y me llenaba las noches de pesadillas amables y turbulentas.             Le había gritado a la mujer que amaba, la había golpeado y la había arrojado lejos de mi vida con tal desespero que tuvieron que sedarme para que la dejara en paz. Había perdido mi empleo, mi hogar y mi vida por una sonrisa invisible para todos, excepto para m i.   L a primera vez que la v í estaba sentada frente a mí, rígida y silenciosa ; tenía la mirada fija en una pared intencionalmente, particula rmente para no determinar a nadie a su ...

Señorita sin Sentido

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Ella era llanto más que carne, tristeza envuelta en huesos, sueños rotos y pastillas de 3 a 6 para poder dormir de noche. Era una aguja sin hilos y sin venas, un éxtasis rodante sin trabajo, una vagabunda virgen, una ramera que se hacía respetar. Era mi copa rota, mi whiskey barato y mi despertador ausente en las mañanas sin sol.  Ella era dos senos andantes, un brasier sin colgantes y un cinturón robado de papá. Representaba el vicio bello de amar a lo que no se debe, la ilusión partida en rodajas de pan duro y leche cortada para desayunar. Representaba la mortaja o el vestido de los difuntos, el cántico burlesco y la ropa sin colgar; ella era el demonio que olvidaron quemar, la bruja del santoficio y los libros sobre bondad. Una Prima ballerina assoluta sin entrenamiento, rebelde desde la cintura y libre tanto como quisieron sus pies. Una belleza sin figura que cantó estando muda para engañar al cielo, para suicidarse cada día con su pelo, para quemarse la garganta co...

Invisible.

Todos se han ido ya de un lugar en el que nunca estuve, se han marchado sin mayor despido y el único saludo que conseguí fue el mismo que sale de mi boca. Nadie me ve, nadie mueve sus ojos ni advierte que estoy cerca; soy invisible para un mundo que no parpadea, un mundo sin pestañas. Un montón de mujeres sin lengua para hablar. Van de un lado a otro, la mirada fija al frente y la espalda recta cual soldados dispuestos a morir en una guerra silenciosa sin sonido ni banderas. Van vestidas igual, van oliendo igual, van pensando lo mismo. Son ecos muertos sin palpitación alguna, ecos de lágrimas y dolor que yo causé, son los reclamos sordos de un amor sin residuos, de un montón de besos que no quise dar. Van riendo, de mí. Van gritando, para mí. Van odiando si querer que yo respire. Tengo un cajón lleno de groserías etiquetadas de la más bella a la más real, un bolsillo de fotos quemadas que recuperé del cementerio y una prenda de cada una como un trofeo a la soledad. Tengo un ...

Insoportable Compañía.

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Soledad es la compañía de teatro más cercana a la locura, un deseo sin tiempo y una lágrima sin sal. Soledad es escribir sin orden ni finales aparentes, hacer ruidos en la noche cin acordes desiguales y llegar a viejo sin ser mayor de edad. Soledad es escribirle al viento en forma de poesía, vaciar ideas sin nombre propio y olvidarlo todo a la hora de cenar; Soledad es enamorarse de algo que no existe, queriendo construir una montaña que se derrumba con los sonidos de tus pies. Soledad es amar a cualquier cosa que deje respirar en las noches, abrazar el olvido y tocarse con la nostalgia que deja atrás un recuerdo sórdido. Amar es estar sin compañía, amar es quererse un poco más que a los demás. Egoísta soledad que me abre las pestañas, iris desiguales que se funden con la luz; si mis sueños fueran bajos como tu, esta sería otra historia, éste sería otro yo. Las venas se llenan de alcohol cuando se está solo, el mundo desaparece y la gente ya no está. Se pierde el tiempo y las ...

Las Reglas Rotas.

La recuerdo sucia, ebria y sin ganas de vivir. La recuerdo en sus pesadillas a media noche, en sus sueños de medio día y sus trabajos de vez en mes. Recuero que al levantarse se perdía entre las sábanas y gritaba mi nombre, el suyo y el del orgasmo de la noche anterior. Recuerdo que a veces me escupía y su sabor a tabaco, cenizas y más me impregnaba los labios el resto del día. Me hacía feliz. Su rostro blanco y sus ojos manchados, su pelo sin caspa y sus labios azules. Sus intentos de suicidio, sus pastillas sin medicación y su perro regordete que no dejaba de enfermarse… ¿Qué recuerdo? Recuerdo que la amaba sin un horario fijo, sin una intensidad adecuada,  sin un alma que pudiera entenderla. Ojalá el pasado no tuviese tildes, ojalá las horas sin minutero no fuesen siegas y el tiempo sin esposa supiera amar. Ojalá, ojalá, ojalá… Un día se levantó temblando, con una media rota y un pie desnudo. Apenas si podía moverse, apenas si podía hablar; tenía la pestañina  co...