Un Día
Le regalaría una sonrisa si lo pide en silencio, si no
habla, si se calla y cierra sus labios y encierra su lengua detrás de los
dientes.
Si no me dirige palabra le prometo una caminata lenta y un
monólogo mal hablado, una mirada suelta y dos abrazos recurrentes y cortados.
Abráceme de lejos y dígame que entiende mi cercanía con la
nada, traicione sus costumbres y acompáñeme al desierto donde quiero
encontrarla, sentirla.
Le regalaría los dos últimos minutos de mi vida si a mí
reloj se le acabara la pila, le escribiría un libro si no le gustaran las
letras y le cantaría madrugadas enteras si no soportara mi voz.
No soy lo que quiere ni lo que quiso, ni un error vagabundo
detrás del diván. No soy la aventura que se quiere contar al despertar mañana,
ni el caballero que algún día querría matar.
Pero sin ser nada sería su todo durante un día, sin
aprenderme su nombre, sin querer su dirección. La amaría cada minuto como si el
corazón estallara al terminar la noche, como si el mundo se derrumbara por
dentro y yo no pudiera llorar.
Sin besarla amaría su saliva tibia, su sudor vespertino. Sin
tocarla extrañaría lo que no se extraña, querría sus defectos y disfrazaría sus
virtudes. Sin tenerla celaría dos
pupilas que me extravíen, que me arrojen a otro lugar.
Le regalaría mi aliento, el último. Y detrás de él todos mis
errores y desatinos, todos mis amores, todas mis tristezas, todo lo humano que
me queda por no tenerla otro día, por no poder ser más real.
Si me dice a gritos y sin alzar la voz sus más crudas
verdades, si no maquilla las tristezas que le quiero aguantar; si no deja de
soltar una sonrisa al aire que yo pueda atrapar entonces déjeme buscarla,
déjeme un día con su desnudez y no me deje desvestirla, no me suelte sin antes
dejarme gritar.
Luego que se vaya la carne detrás de los huesos, que se
quede el recuerdo y se pudra la voz. Luego que siga su vida, luego de vivirla
un día, luego de dejarme atrás.
Comentarios
Publicar un comentario
Habla amigo, y entra.