Sonrisa en Eco.

Siempre fui un niño extraño, un hombre diferente con ideas discordantes. Más alto, más bajo, más gordo, más flaco. Algún día me medicaron para ver felicidad donde no la había, para rezarle a una cruz sin madera y a un dios sin vergüenza. Tuve pocos amigos, pero cada uno de ellos valió por un millón.

Jugué ajedrez mientras alzaban pesas, leí a Voltaire mientras los demás pateaban pelotas de aquí para allá. Fui, soy inmaduro, mal educado y pesimista. Me expreso mal y casi siempre soy seco, quieto, distante.
Soy un poeta que no rima y un amante estupefacto, a veces me voy del mundo unos días y otros no salgo de él para ver las nubes. Le grité al mundo mil veces y fui mudo la mitad de mi vida, como una tortuga que quiere ir más lento porque tiene afán.

Soy una acuarela que no pinta y un sueño despierto a base de cuentos infantiles. Un nostálgico y un terco, un molesto nerd sin respuestas y un mentiroso que quiere creer que la verdad nunca fue suficiente. Soy lo que quería ser y lo que no, y lo soy así no quiera.

Quiero a una mujer protagonista de un libro que nunca escribí, de un escrito que no supe redactar y al que la tinta y los cables no le alcanzaron. Quiero a un personaje enigmático, misterioso y lector. Quiero al tomento de Raskolnikov y al cuervo de Poe, al fútbol de Borges y a las botellas llenas de alcohólico amor bukowskiano.

Quiero el pelo de colores pastel, el arcoíris andante de pies delgados y sueños gruesos; la boquita preciosa y la desesperanza aprehendida. La quiero a ella por que quise, por que quizá. Quizá luchar si cuenta y ganar si vale, quizá irse es venir en un camino empedrado.

La quiero en sus días y en los míos, en los nuestros.


Siempre supe escribir sin ortografía y con su fotografía le puse tildes a mis libros, a mis sueños y a mis pesadillas consentidas y mis demonios de pared. La amé porque me amaba, porque no, por que quería. La amé porque de amor no se vive pero de comida tampoco. La amé porque me dolía, porque me quemaba, porque de las cenizas se crean obras color azul. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo que Aguanta un Diciembre sin Sombras.

Luces recurrentes para gymnopédies