Ejercicios Evidentes

En una pausada cadena de explosiones,

Mi voz se reinventa con la onda explosiva.

Siento que se desintegran nuestras intenciones,

y se revela despacio todo aquello que no está.

 

En el entredicho más allá de lo evidente,

me susurran las partículas de los pequeños cotidianos.

Y escribiendo confesiones estériles,

rechazo las redenciones, las pausas y las correcciones.  

 

Aferrado a una historia sin evidencias,

el sinsentido recurrente de repente se equivoca.

Y busco en un abrazo suplicante y rígido,

un subjuntivo que atenúe las diferencias;

O un sueño que se parezca a su boca.

 

Intento alcanzar las estrellas que me miran desde lejos,

enganchado bajo la lluvia a los trozos tristes de su reflejo.

Mojando el cielo con promesas medio rotas,

volando a ras del suelo, escondiéndome del sol.

 

Sonrío inquieto a las nubes que parecen ser mis sueños,

delimitando el espacio indiferente que me aleja.

Invisible en el camino que golpea la tormenta,

despreocupado del destino que me busca sin parar.

 

Y me siento montaña y me siento noche,

inestablemente rígido, apaciblemente incómodo.

Infinito como el sol de mediodía,

como adormilado en el fondo de la vida.

 

… Como escupiendo rabias amontonadas desde arriba,

O una diatriba que nace muerta, acompañada de poesía.

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