Alma y Cuerpos.
El viento dice que de noche se enturbian las tristezas y se mezclan con nostalgias robadas, como por entre las rejas el alma se sale a pasear encabronada con la vida por no merecerse la muerte, amante de partidas eróticas inconclusas que termina en su mente sin mucho placer, haciendo caso omiso a la pertinente luz roja y suicidándose en un suspiro se retira por las cortadas de la piel. Hace mucho no sabe el cuerpo que fue del alma, si se escondió en la botella sin etiqueta y con olor a peste, o en la mitad de un filtro se embutió en la nicotina y se escondió de la vida para no verse así misma enamorada, se drogó en la cueva de Platón para clavarse los párpados etéreos y no ver nada, para tragarse las ganas en la mitad de una cita, como se van de noche las luces de un orgasmo premeditado y con lágrimas negras se secan las palabras de perdón; no, el alma no quiere querer y por hacerlo se fue, abandonó un cuerpo a su suerte, lo dejó en la banca alta con las piernas bajas, ...