Respete.
No todos quieren ser felices ni buscan vías para un éxito vendido
desde los días tempranos, no todos se levantan de buna gana y miran un día como
una oportunidad, ni tampoco todos son de los que quieren que todo mejore; No
todos despiertan deprimidos y quieren un minuto de paz, no todos quieren
vestirse diferente o igual. No todos tienen un objetivo o un sueño en la vida,
ni tampoco luchan cada día por llegar a algún lugar, no todos, eso es seguro,
viven su niñez feliz mientras los amaestran para en su juventud ser rebeldes y
unos años después buscar un hombre o una mujer, preñarse o preñar y ser feliz
durante dos o tres años sin poder dormir gracias a los hermosos llantos de un “angelito”
para luego ver cómo crece según cómo queremos que crezca y hace exactamente lo
mismo, con más o menos dinero según como le vaya. No, no todos quieren una
familia en parrillada, ni domingos familiares, no todos quieren amigos los viernes
en un bar, ni tertulias inútiles en las noches tristes.
No todos quieren creer en un dios, cualquiera que sea, ni
todos pertenecen a una religión así sea
por costumbre, no, no todos en su lecho de muerte se vuelven cristianos o
católicos, respete, que más allá de sus ganas de una vida y un mundo feliz hay
personas que no gustan de sus gustos culturales tales como comer en un buen restaurante,
tomarse una cerveza los sábados y no los lunes, estudiar para luego trabajar y
ser “alguien en la vida”.
Respete, si, usted, el que cree que todos al final terminan casándose
y teniendo hijos, usted, el que se escandaliza cuando ve una cuarentona
estudiando en una universidad y trabajando en una cafetería mientras toma vodka
los martes en la mañana, usted, el mismo que como argumento más válido frente a
un ateo, ha dicho que todos al final le piden perdón a dios por que les da “miedo”
tanto como todo el que usted mismo tuvo toda su vida.
Respete, usted que quiere buscarle trabajo a todo el mundo y
volver proactivo hasta al enfermo terminal, usted que cree que vivir bien
significa un trabajo con horario de oficina en un edificio alto con un
ventanal, usted que cree que se aloca los fines de semana con las mismas tres
putas, y jura que eso es salir de la
rutina. Usted, que lee frases sueltas y las promulga, pero nunca ha leído un
buen libro porque “para eso no hay tiempo”. Usted que cree que lo único que hay
que aprender en la vida son las coas que sirven para algo, que las inútiles eso
“para qué”.
Entienda que hay personas que gustan de ganar tres pesos
trabajando en la mañana para tomarse una cerveza en la tarde y comer alguito
para caminar, entienda que su limitada forma de ver las cosas que está bien,
pero que no por eso se la tiene que meter en el orto a cada desdichado que vea.
Respete, que algunos les gusta masturbarse mirando a la virgen y otros
disfrutan mirándolo a usted. Que usted,
con su corbata bien puestecita y sus zapatos bien lustrados ha tenido más
intentos de suicidio que cualquiera de esos que llama perdedores.
Respete derechista marica, con su superioridad desempleada, centrista pendejo y tibio, izquierdista guevón entendido de todo, que pa' redentor ya tenemos varios, y todos igual de igorantes que usted.
Respete, que a no todos les gustan las tetas grandes y los culos anchos, las curvas puestas y los frenos baratos, recuerde que la belleza de narco le vale tres a algunos hombres, y respete a los que no se creen "el macho" o "el putas".
Respete, no hay sea que un día de estos se dé cuenta que la
vida no es en serio, y que la vida de papi se le va a derrumbar, que la de miliciano le dura diez semestres y adiós. Deje de reírse,
déjelos en paz.
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