Amorfo




Todo parece un poco raro,
Una pisca de sal me revienta en los ojos y lloro;
En la noche camino desnudo, en los días camino descalzo,
No hay lugar a donde ir, en este desierto blanco.

Mañana serán tres días y ayer ya fueron cuatro,
El papel y mi piel se arrugan al tiempo,
Ya no veo ni siento, ya solo estoy harto.

Me desgasta la luz cuando sale, y me niego a dejar de soñar;
Entre sábanas sucias y percudidas me envuelvo como una virgen
Entre pesadillas y alcohol me intoxico, me hundo, me pierdo.

Estoy cansado y no duermo,
Estoy despierto y ya no estoy
Ya no sé a dónde ir, si el jardín se incendió,
Y la ciudad se quemó por dentro.

Las pastillas me crucifican la garganta ronca
Los cigarrillos me aclaran los labios secos
No sé dónde están mis botellas rotas
Y mis nudillos se rompieron junto con las copas.

No hay más historias que contarte,
No hay más suicidios sin disfraz,
Me inyectaron un veneno muy adentro
Me purgaron la bendita confusión.

No siento mi cuerpo más allá del nuestro
No siento mis mejillas ni mis parpados hinchados,
No siento las agujas, las tijeras ni el martillo;
Mañana me iré y me colgaré a un altillo.

Los niños están locos, se despiertan
Tienen camisas de fuerza, se ponen a llorar,
El auto no tiene frenos y los alcanza,
El conductor no tiene ojos, se los llevó el destino.

En la mañana llorarán los padres
En la tarde estarán dopados
En la noche parecerán dormidos, para no volver a despertar.

Se levantó el asesino con sus muertos
Se acostó el vecino con sus miedos;
Abracé el puñal con mucha fuerza
Lo besé y me destrocé el amor.

Se desfiguró mi rostro
Se angustió y murió triste,
Ahora sonríe ya en la noche
Y las sombras lo cubren desde atrás.

Tiré la botella cuando estaba llena
Me unté de alcohol barato las venas rotas
Sonreí llorando chupando mi piel,
Todo era borroso, todo está de acuerdo al plan.

Asesiné mis ganas en un bar
A punta de humo y tequila en Gibraltar,
Reuní mis demonios en las sillas,
Y jugué a matarme sin perder.

Me quedaron cicatrices
Y no sonrieron ni comieron perdices;
No sé quién soy y ya no importa
Se acabó esta prosa enfermiza
Se acabó esta mentira rota.



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