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La mitad de la tarde es el cuarto de día aburrido en el cual no sucede nada y puede pasar de todo,  una hora más tarde ya será muy tarde para los cobardes y los viejos, una hora antes era muy temprano para los valientes, pero nadie comenta esta hora, nadie añora a esta hora, la añoranza se guarda recelosa para las primeras y las últimas horas del día; de ésta hora no se sabe mucho,  no es una hora de la que se escriba mucho. Si fuese su homónimo nocturno, podría decirse que falta poco para que se abra el infierno, si fuese de noche se hablaría del frio, de las estrellas, de la inmortal luna, si tal vez fuera de mañana, se diría que acaba de comenzar el día, que es apestoso, que la neblina no se ha ido, como una corrida mal limpiada en el vientre, que el sol no ha salido, como una lengua perezosa, incongruente; se diría, si fuera más tarde, que casi llega la noche, que la temperatura baja, que los inconstantes se levantan y los juiciosos se disponen a dormir, se diría  del mundo que a esta hora se le prohibió recordar lo miserable que es.

Han pasado diez minutos y sigue siendo una hora muy tediosa, en la televisión solo hay basura, pero basura que no aleja los pensamientos de inferioridad de las personas, basura que solo por ésta hora no engaña a nadie, diría alguien que es la hora más sincera de la televisión ¿por qué? Porque nos dejan ver a los pobres, a los de clase media, a los que no tiene clase, a todos ellos, a nosotros, programas ridículos donde el más ruidoso gana, donde el que sea más humilde (que para la tv es el significado de cara de bobo, chiquito, sucio, sonrisa amarillenta y ojos esperanzados en que alguien le pegue un tiro o le dé un beso de buenas noches) gana los premios que cualquiera desea, pero tranquilos, si estamos muy deprimidos para soportar eso, también tenemos películas de bajo rating, tenemos series viejas, tenemos en CNN las mejores noticias de cómo acabar la celulitis y las verrugas de las nalgas, sí, tenemos todo para ser infelices en esta hora, por eso algunos duermen, porque no soportan la incredulidad del resto, otros están solo ahí, dormitando en las redes sociales, donde por consecuencia, no sucede nada, a esta hora ni los violadores tienen ganas de follar.

Creo que ningún artista construyó nada a esta hora, a esta hora descansaba, si fuera yo creyente y quisiera matar a alguien sin que Dios lo notara, lo haría a esta hora, pues seguramente el viejo esquizofrénico se encuentra durmiendo o curando las inmanentes heridas de las manos de su hijo, o viendo alguna película porno con la llena de “gracia”; a esta hora una cerveza no cae mal, pero caería mejor después o antes, al almuerzo, a esta hora yo fumo, pero eso lo hago todo el tiempo.

En esta hora, que ya se pasa poco a poco, las locuras nocturnas se recuerdan, y les llamo locuras para quitar un poco la responsabilidad que me pesa, porque decir locura significa que no fue razonable, y si no fue razonable, quizá no fue consiente, y así hasta llegar al pretérito de que no tuve nada que ver en el asesinato de Kennedy; A esta hora me gusta evadir la responsabilidad, echar culpas, a esta hora por ejemplo yo no mandaría una carta por correo,(por correo físico ya que eso es más bello) a esta hora seguro metería un objeto dudoso dentro del sobre solo por el hastío del reloj.

A esta hora el sexo, seguro funciona, pero follar es casi una virtud, y a esta hora las virtudes se le escapan a los muertos, a esta hora se me envenena el cuerpo como a Stark, que desde el pecho se le sube por las venas lo que le mantiene vivo, lo que lo va a matar; a esta hora ahí que hacer limpieza si el malestar es grave, así que hay que escribir, nada brillante, nada dudoso, nada romántico ni oloroso, solo escribir para pasar el rato, para pasar el tiempo, la hora ¿Qué hora es? – una pequeña cita a la fiesta del té – que por cierto, no se llevaba a cabo a esta hora.

Si leen, de seguro no, a esta hora esto, les diré qué: 1. No me gusta enumerar cosas pero vi a un villano haciéndolo en una película. 2 no me gustan los mensajes encriptados. 3 odio el infantilismo de las dos de la tarde de los que disfrutan escribir, esos mismos que en la noche son serios y en la mañana blasfemos. 4 claramente no disfruto de esta hora. 5 ya no sé qué más poner.