No lo Digas

A veces y nunca se recuerda, a veces y nunca se retira, no quedan más que tres palabras y una coma, sin puntos ni abismos, Aquí se es muy cobarde para ello - ¿para qué? – Para acabar con algo como si fuese el fuego quién hablara, para destrozar en minúsculos pedazos nuestras intenciones más mundanas, para acabar ahogando las palabras que no se pronuncian en ningún lugar. – ¿No crees demasiado decir aquello o esto sobre terminaciones en un mundo circular? – ¿Circular?, ¿Es acaso circular el miedo que nos lleva a desistir un verso en vulgar invitación? No amigo, por eso quedan destrozos y calumnias que se levantan erguidas como vulgares putas con más virtud que cualquier virgen, por eso quedan rincones de suciedad y remordimiento a quién limpio se cree caminar por el fango, por eso, y solo por eso las ruinas son inmortales, por que buscamos saber aún después del tiempo donde está aquel demonio que disfrazamos de arlequín para creernos mejores, porque olvidamos por un instante de orgasmo que se nos pudre la vida en sonrisas falsas muy lejos de acá, porque nos levantamos pensando en fantasmas y nos acostamos violando recuerdos que no fueron más que un ideal perdido en las botas del barro - ¿De qué hablas? – de tu vida y la mía, de tus pasos fuertes que se deslizan en rodillas débiles, de las escaleras que en sus cimientos guardan preguntas que no se dijeron, hablo, y espero entiendas, de tus cicatrices orgullosas que no son más que las heridas lamidas por una derrota. – Somos cobardes, como lo es quién en la noche bajo la imagen se enflaquece y decide caer en la pregunta, en el hablar a quién había callado por decenios. – Sí, somos miserables, y nos excoriamos con las letras.

Más allá de eso, es necesario saber que son las armas más mundanas las que nos trajeron hasta aquí, el alcohol y la dicha envueltas en infelices trazos de pintor ahumado, en poetas muertos que eligen exilio en editoriales pulcras, es necesario saber que llegamos a un punto donde el mal aliento es una virtud de elegantes y que la blancura en los ojos solo es guardada para los burdeles que pagan por ello – Somos tela – Si, y nos deshilachamos en instantes perdidos en segundos distintos y en minutos vulgares, nos alejamos en declives erectos y en disfunciones teatrales – Somos de allá – De allá donde la vida era más que una designada pauta de relaciones abruptas que nos llevan a escapar de cualquier forma – Somos forma – Formas amorfas y parcas, respeto inducido y realidades a medias – ¿Tenemos medias? –  sí, y zapatos también, pero no sabes hacia donde llevarlos, como yo – ¿Yo? – Sí, yo, ¿con quién estoy hablando?

  ¿Te enfureces por las tardes porque no llega la noche? – Cada día – Te envenenas en las noches por llegar la mañana – Cada noche – Así viven todos –Todos. ¿Quiénes? – Tú, y eso ya es bastante.

¿Quién eres? - ¿Quién eres? – No repitas – No confundas - ¿Confundir? – ecos con recuerdos y voces con delirios.

Expectante mejor que actor borracho, mejor serás perdedor humilde que vencedor descalzo – No lo creo - ¿No? – Por qué creer si te untas los labios al comer, mientras una canción desliza sus manos por entre mis piernas y por deshaz de la vida se mueren los sueños en un castillo sin suelo ni son, no, no creo que las armaduras sirvan para más que adornar, no creo que la fealdad sea un estado ni tu belleza una razón, no creo que la roca te de fuerza ni un palacio tempestad en forma de pena – Llora – Si, lo haré pues es sensato – Lo harás porque eres tu – Lo haré porque soy todos.

¿Por qué no mueres mejor? – No se puede morir mejor o peor, solo se muere. – Solo se vive - ¿con que razón? – con la que quieras mientras no tenga sentido para los demás - ¿y si la tiene? – entonces cambia o acoge el suicido, una vida que con sentido para los demás es consentida por quienes te pusieron acá, puedes producir, revelarte, quemar, matar, puedes unirte y reinar, pero tendrá sentido y por ello no vale la pena - ¿Entonces? – Fuma, bebe, besa una piel verdadera, pero insulta, por favor y con respeto, a todos quienes te pusieron acá - ¿Acá? – Sí, si estuvieses bien no hablarías conmigo – sino hablase conmigo estaría muy mal – No mi amigo, en este mundo si no te acallas te encierran pues las voces no están bien vistas - ¿Por eso me miran? – Por eso y demás, por la puta a tu lado quizá. – Mejor acá entonces que allá – sí, pero eso no lo entienden, sin embargo, y con razón. Bienvenido.

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