Fúmate un Cigarrillo y Quédate Conmigo.



Fúmate un cigarrillo y quédate conmigo, quememos nuestra piel en anestesia y recordemos buenos tiempos con alcohol, lloremos entre dosis de elocuencia y gritemos como mimos sin pintura en una ciudad vacía que no recuerde quienes somos; deja que el humo te abrase  y te llene de penas, olvida por que nos amamos y besa mis labios rotos en este pasto seco en medio de la lluvia donde nos encontramos.

No puedo olvidar mi mal humor, no depende de ti, no es cosa mía, es una naturaleza tan abstracta como yo, y como tú por estar aquí, en esta selva de letras que no entiendo pero profeso como orador que nadie escucha o un cantante mudo en un escenario vacío; Podrás irte a ningún lugar, no te seguiré, nunca lo hago ni lo aré, Me quedare, y entre aire caliente tu rabia latente se quedara inmanente sin mirar atrás; pero nos besaremos con tanto odio que probaras mi sangre y escucharas mis gritos, así es…lo sabíamos tanto como un asesino su condena y  en medio del desastre no rompimos las cadenas; nuestra dosis de alcohol y cigarrillos nos hace caminar, hacia el abismo vacio que hace mucho terminamos de cavar. 

Fúmate un cigarrillo y quédate conmigo, siéntate en silencio y acompáñame sin hablar, no me toques, no mires ni me roces, solo quédate, caminemos a ningún lugar, no discutamos ni peleemos, no sonrías  mientras inyectas en mis venas tu veneno, los dos estamos muertos y nuestras palabras no lo cambiarán.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lo que Aguanta un Diciembre sin Sombras.

Luces recurrentes para gymnopédies